Nuestras familias han optado por privilegiar un entorno y una calidad de vida distinta a la de la cuidad, donde niños y jóvenes pueden crecer en contacto con la naturaleza y en un acogedor ambiente de tranquilidad.
Nuestro colegio está inmerso en un paisaje rural con amplias vistas a la cordillera. Respiramos un aire más limpio, escuchamos a las aves y disfrutamos de este privilegio.